EL VIAJE
El discípulo de los Apus
Su abuelo le enseñó el quechua. También le abrió un camino con el que pretende ayudar a otras personas a través de la espiritualidad. Danilo Flores realiza pagos a la tierra donde le rinde tributos a los ancestros y a los Apus con la lengua materna. “Si se pierde, se pierde la conexión con la naturaleza”, afirma el hombre que busca convertirse en maestro, pero para ellos necesita una aprobación que aún no consigue.
Un ave rapaz flamea bajo un sol radiante en un terreno del poblado de Maras. “El águila vuela sobre nosotros, eso significa que va a ser un buen día”, dice Danilo Flores. Vestido con un gorro y un poncho, que combinan en la gamma de colores fluorescentes, coloca una manta sobre el césped, saca un puñado de hojas de coca de una bolsa y las ordena en diferentes puntos sobre la prenda. El procedimiento marca el inicio del pago a la tierra, donde Flores le rendirá tributo a la madre tierra, a quien le hablará en quechua.
La ceremonia también es conocida como Pachamama, ritual ejercido durante siglos dentro de la cosmovisión andina y que busca mantener una reciprocidad entre las personas del mundo terrenal y los espíritus de la naturaleza. “No sé de cuándo hacemos eso, pero lo hacemos para estar bien con nuestros ancestros en casa. Principalmente lo que tenemos que vivir es la felicidad y el trabajo, tiene que estar el trabajo y el amor, para eso vives tranquilo”, corrobora Danilo Flores. Durante la ceremonia se inclina, balbucea, se levanta, selecciona las hojas de coca, las agrupa de a tres y, lentamente, las levanta en dirección al cielo pronunciando oraciones en quechua, el eje esencial del ritual. “No sería lo mismo, con ella puedo conectarme y para entender mejor he sabido las oraciones quechua”, confiesa Flores sobre una lengua que ha sido imperante en su vida. El Español no lo sabía, lo aprendió hace poco y, cuando habla, con dificultad logra hilar oraciones para explicar lo que quiere decir.
Danilo Flores selecciona minuciosamente las hojas de coca con que le rendirá tributo a la Pachamama
«Entregamos todo a la Pachamama, entonces la gente comienza a vivir tranquila»
El espacio donde coloca las hojas de coca y las ofrendas se conoce como despacho
En la montaña no debe haber nada, el requisito es que sea una zona virgen donde ni siquiera hayan animales. Ahí el futuro maestro debe meditar y encontrar su paz interior hasta encontrar la aprobación del maestro. “Buscamos algo que nos diga cómo poder ayudar a la gente y en qué y de otras formas también”, afirma. Nueve veces ha subido a la montaña y aún no encuentra la aprobación. Seguirá en el intento hasta encontrar la aprobación del Apu, que también puede estar representando en la selva o un lago. Pero mientras espera aquel mensaje, Flores también tiene un motivo propio y que se mantiene presente en cada ceremonia, el quechua. “Es mi lengua, no tiene que perderse. Tiene que estar siempre a través de nosotros, de mi abuelo, de mi papá y de mis hijos. Si se hace una ceremonia para poder conectarse, también se hace la ceremonia para nosotros”, sentencia.
Señor Dnilo por favor enviar su numer telefonico para contactarlo soy la sra peggy santos necesito su ayuda de un ritual al dios de la montaña no de permiso para posesionarnos en unas tierras q hemos venido luchando para conseguir y no podemos entrar
una Filosofìa de vida que apreciar .