Kuira-ba! Retumba un eco interminable entre los cerros. Las sipuchakas —faldas largas— de las mujeres y niñas rarámuri parecen el recurso de algún pintor para dar color a un paisaje terrenoso. Los ancianos se ríen mientras colocan las koyeras —bandanas— que portan en su cabeza. La relación con sus nietos se mantiene impoluta gracias a que aún comparten la misma lengua. Muchos de los hombres ya no utilizan su ropa tradicional. Los tejanos, las gorras y las camisetas de manga corta son las prendas cotidianas del owí —el hombre— rarámuri. Esto se debe a que es el miembro de la familia que más interactúa fuera de la comunidad, lo que también le convierte en bilingüe. Más allá de la forma de vestir, se mantiene fiel a sus tradiciones. El pueblo resiste perenne ante la invasión cultural.
La lengua rarámuri aún se mantiene como primera lengua para la mayoría de los niñas y niños.
Fotografía de Joseba Urrutikoetxea
Los rarámuri son caminantes insaciables, conocidos por su agilidad para correr a través del sinuoso suelo de la sierra. Así se han ganado el título de “los hombres de los pies alados”. Este sobrenombre viene de la interpretación de los chabochi —mestizos o personas no rarámuri— que tradujeron la palabra rara como “pie” y muri como “correr”. También les nombraron como tarahumaras, pero ellos se autodenominan rarámuri, que quiere decir simplemente “hombres”. Han ganado en diferentes ocasiones ultramaratones a nivel internacional. Ellos compiten con su calzado tradicional, los akaka, sandalias hechas con neumáticos viejos agarrados por unas correas. Las zapatillas última gama son cosa de sus inexpertos rivales. Pero el rarámuri no se ha ganado su título en las competiciones. La sierra es grande. El Cañón del Cobre es cuatro veces mayor que el Cañón del Colorado en extensión, y dos veces más profundo. Las distancias entre las diferentes familias que componen cada comunidad son eternas, y las presas durante la caza tienen mucho campo para escapar. Correr se convierte en algo esencial y cotidiano.
Corredor del ultramaratón de la Sierra Tarahumara con las akakas
Fotografía de Víctor Hugo García Ulloa CC
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- Rarámuri, a língua escondida nas montanhas mexicanas | 360meridianos - […] de Alejandra Gayol publicada originalmente em espanhol no Projeto Wakaya e traduzida para o 360meridianos por Natália […]
Impresionante una forma de vida
Que eno el fondo me atrae. Enhorabuela Alejandra.
Gracias, hermoso trabajo, me gustas conocer mas sobre l’os diferentes mundos que hacen Mexico.