La tradición rarámuri llega a las videoconsolas con Mulaka
EL VIAJE
Mulaka, la tradición rarámuri narrada en un videojuego
La iniciativa se basa en leyendas de los tarahumaras y fue producida por ocho jóvenes de Chihuahua, México.
Un guerrero sukuruame de la cultura rarámuri debe salvar a la tierra de la destrucción. Para ello deberá recorrer ocho regiones del estado de Chihuahua (México), con el fin de obtener un poder divino para poder convencer a los dioses de que eviten la catástrofe del planeta. La historia no es una profecía, tampoco una leyenda contada por los antepasados indígenas. Se trata de “Mulaka”, el primer videojuego basado en la cultura rarámuri y hablado en tarahumara que sale a la venta a comienzos de 2018.
“Nosotros te enseñamos México de una manera que no se ha visto antes. El producto es definitivamente mexicano, pero no tienes tacos, nopales, ni Pancho Villa. Es algo fresco.», cuenta Edgar Serrano, director y diseñador de videojuegos del estudio Lienzo. Su empresa, en Chihuahua, hace tres años se aventuró en la idea de ofrecer un producto que se diferenciará de marcas que pululan en el mercado gamer como «Assassin’s Creed», «Call of Duty» o «Grand Theft Auto». “A los tarahumaras los ves todos los días. Entonces es parte de contar qué es su cultura. Es muy importante documentar y que los niños lo vean como algo más que está en la historia”, agrega Serrano sobre el proyecto que fue producido y financiado completamente en México. Adolfo Aguirre, productor y jefe de marketing en Lienzo, cuenta que primero se comenzó con un crowdfunding a través de la plataforma Kickstarter donde no llegaron a reunir el monto necesario. Pero la campaña les permitió hacer ruido para llamar a empresarios locales que apostaron por el emprendimiento.
El protagonista de «Mulaka» no pelea con humanos.
Xbox One, Play Station 4, Nintento Switch y PC son las plataformas donde se podrá jugar «Mulaka». Desde Lienzo, donde ocho jóvenes mexicanos afinan los últimos detalles para el lanzamiento, afirman que en el futuro quieren seguir la misma línea, una que comenzó con la historia de un rarámuri y que puede continuar sobre otros pueblos indígenas de México. “Sé que es mucho pedirle esto a un videojuego, pero queremos que las personas cuando se volteen a ver a un tarahumara en la calle lo vean como a un héroe”, sentencia Edgar Serrano.